La decisión de traspasar pruebas en lápiz y papel a formato digital es compleja ya que depende de factores técnicos, prácticos y económicos.
Entre los primeros, por una parte, es necesario considerar que el diseño de un test en formato digital es más desafiante que el de un test en papel ya que además de la complejidad asociada al diseño psicométrico de cada ítem, se suman aspectos relacionados con los medios a utilizar en cada ítem, las opciones de interactividad para las respuestas, el diseño de las secuencias de itemes, entre otras. Por otra parte, se reconoce que el uso de test en formato digital tiene ventajas, tales como la posibilidad de medir constructos o destrezas que no se pueden medir de manera adecuada usando un formato en papel (por ejemplo, en lenguaje permitirían evaluar comprensión oral); la posibilidad de mejorar la precisión o eficiencia de la medición, ya que, por ejemplo, el uso de test adaptativos mejora la eficiencia de los test tradicionales en aproximadamente un 25% y la posibilidad de ser más “convenientes” para los evaluadores y evaluados ya que permiten entregar resultados de manera inmediata, integrar los datos para ser utilizados en escuelas o comunas, usar los test como instrumento de diagnóstico, etc. Respecto a los factores prácticos, considerando que el tipo de evaluaciones que se busca traspasar son de carácter censal para cada cohorte, resulta especialmente relevante analizar como, cuándo y dónde es factible aplicar el formato digital, considerando la disponibilidad y calidad de la infraestructura TIC en cada localidad, como las competencias digitales del los evaluados.
En este sentido, es necesario considerar que, a pesar de que el diseño técnico del test sea óptimo, su aplicación puede encerrar complejidades.
Adicionalmente, es necesario considerar que el escenario tecnológico en el país es heterogéneo y dinámico, por tanto, resulta razonable evaluar los distintos escenarios actuales, incorporando también los potenciales escenarios futuros. Por último, es necesario considerar los factores económicos, incluyendo tanto los costos y beneficios asociados a la aplicación y corrección del test como los asociados a la difusión y uso de resultados.
Adicionalmente, es necesario considerar la inversión necesaria durante el proceso de traspaso, así como para la mantención y evolución de las características de los test. Ciertamente, el resultado de estos análisis dependen de los factores anteriores y por tanto los costos y beneficios dependerán del diseño técnico y de los aspectos prácticos asociados a la aplicación del test. En definitiva, estos, y otros aspectos, generan un espacio de decisión en el que será necesario identificar aspectos críticos que se deberán analizar en el marco de las prioridades y oportunidades del sistema educacional chileno.
En este marco, a través de este estudio se abordarán de manera sistemática y completa las distintas dimensiones a considerar, de tal forma de desarrollar escenarios de transición con todos los antecedentes requeridos tales que permitan una adecuada evaluación de sus ventajas y desventajas. Luego, sobre esta base, se propondrán las estrategias a desarrollar para abordar este desafío